Un artículo publicado por la revista especializada cuadernos.info indaga en las manifestaciones que surgieron en la protesta contra el gobierno en Chile en el año 2019 .
El estallido social que sacudió Chile en octubre de 2019 se convirtió en un crisol de demandas políticas, sociales y culturales expresadas a través de la explosión visual en los muros de Santiago. Este artículo, basado en una recolección fotográfica de 298 imágenes de los muros del epicentro de las protestas durante las dos primeras semanas, analiza las temáticas predominantes y la participación pública en este contexto de movilización. Esta recopilación incluyó un total de 298 fotografías de estos muros, que cubrían una extensión de aproximadamente 1,4 kilómetros a lo largo de la Alameda, la principal avenida de la ciudad.
De estas 298 imágenes recopiladas, se seleccionó un corpus de 1211 imágenes que representaban las expresiones visuales más relevantes y activas en las primeras dos semanas de las protestas. Se excluyeron algunas imágenes que no fueron pintadas directamente en los muros, como carteles o impresiones caseras, para centrarse en aquellas que se relacionaban directamente con la expresión pública y para mantener la coherencia en cuanto a la autoría y producción de las expresiones.
Dentro de este conjunto de imágenes seleccionadas, se observó una marcada diferencia entre ilustraciones y símbolos. Aproximadamente el 6,35% de las imágenes correspondían a ilustraciones, mientras que el 93,64% eran símbolos. Esta disparidad en la cantidad de ambos tipos se atribuye a la mayor complejidad y tiempo necesario para crear ilustraciones en comparación con la rapidez con la que se pueden generar símbolos.
La presencia abrumadora de símbolos en las expresiones visuales en los muros podría indicar la necesidad de una comunicación rápida y efectiva durante las protestas. Estos símbolos, en su mayoría, representaban ideas, mensajes o conceptos relevantes para los manifestantes, permitiendo una rápida identificación y comprensión por parte del público que transitaba por esos espacios urbanos.
La mirada profunda reveló que las principales inquietudes manifestadas por los protestantes se centraron en el rechazo a la estructura política chilena y la condena al uso excesivo de la fuerza pública. Estos temas se agruparon en cuatro categorías principales: violencia, política, identidades y amor. Sin embargo, se observó una adhesión a nuevas temáticas, como la defensa de minorías identitarias y denuncias de violencia interna en las protestas.
El análisis no solo resalta la adhesión a temas clave, sino también la emergencia de nuevos imaginarios alineados con los discursos populares. Los muros se convirtieron en lienzos masivos donde ciudadanos anónimos plasmaban sus demandas, creando un entorno de expresiones visuales cambiantes que buscaban ofrecer diversas visiones sobre la realidad política del país. En el contexto del estallido, los muros urbanos se transformaron en plataformas de expresión, saturadas con mensajes, símbolos y dibujos que buscaban visibilizar la crisis política y proponer soluciones. Este fenómeno reflejó el papel crucial de las expresiones visuales, independientemente de su calidad gráfica, en la construcción del significado político de la contingencia. El detonante inicial del estallido social fue la protesta de estudiantes contra el aumento del transporte público, pero rápidamente se convirtió en un movimiento que abarcó una amplia gama de reclamos, desde el rechazo al sistema neoliberal hasta la defensa de los derechos de minorías y políticas ambientalistas. Las manifestaciones provocaron episodios de violencia y represión, especialmente en las primeras semanas, marcadas por incendios, saqueos y confrontaciones que dejaron heridos y víctimas mortales. Sin embargo, la intensidad disminuyó cuando se propuso un referéndum para redactar una nueva Constitución, sustituyendo la impuesta durante la dictadura de Pinochet. La recopilación fotográfica se llevó a cabo en el epicentro de las protestas, cubriendo extensos tramos de los muros intervenidos en la Alameda, la principal avenida de Santiago. Se seleccionaron 1211 imágenes directamente pintadas en los muros para enfocar el estudio en la representación visual de las demandas ciudadanas. El análisis distinguió entre ilustraciones y símbolos, siendo estos últimos significativamente más numerosos debido a su facilidad y rapidez en la producción. Además, se observó la creación de un escenario de protesta visual mediante la replicación de signos relacionados con los reclamos principales y la emergencia de nuevos símbolos que complementaron el imaginario de la protesta.
En resumen, este estudio destaca el papel crucial de la visualidad en las protestas políticas, ofreciendo una nueva dimensión discursiva y complementando el entendimiento existente sobre las demandas populares y la disputa de sentido en contextos de crisis política. Sin embargo, también deja interrogantes abiertos, como una caracterización más profunda del diseño difuso de la visualidad en las protestas o el análisis del surgimiento y flujo de nuevos imaginarios en los muros. El estallido social chileno de 2019 se convirtió así en un testimonio visual del clamor ciudadano, plasmado en los muros de Santiago, una expresión palpable y cambiante que reflejaba las complejidades de una sociedad en busca de cambios profundos.
Alejandro Alonso, Rodrigo Carravilla, Nicolás Delibes