El control de la información, en manos de todos menos de su dueño

La manipulación informativa abarca mayor terreno con el paso del tiempo, y tiene trastornada a la sociedad, quien cada vez tiene menos confianza en los medios.

Distorsionar, ocultar, presentar información errónea con la idea de manipular a la audiencia, mostrar datos según la conveniencia de algunos, sesgar informaciones o suprimir lo que interesa a unos cuantos es, hoy en día, más frecuente entre las noticias del día que el hecho de predicar con la norma básica del periodismo: La verdad. Esta conspiración ha llegado a unas cotas enormes, y más teniendo en cuenta el auge de la tecnología, la desinformación y el morbo, lo que junto forma una conspiración que cada vez provoca mayor desconfianza y polarización contra los encargados de transmitir estas informaciones, que quedan en entredicho ante sus voraces críticos.

El pueblo al servicio de los medios, ¿y los medios al servicio de quién?
https://www.todoporhacer.org/manipulacion-mediatica-los-medios-al-servicio-del-gobierno/

Pero esta cadena de intereses no puede dejar de funcionar, ya que todos se necesitan entre sí. Los medios necesitan financiación, sus jefes deben limpiar su historial gracias a los favores políticos que puedan recibir, y el gobierno en este caso necesita tener buena prensa, a pesar de que estén hasta arriba de barro. Todos ganan. Bueno, todos no…

La manipulación de medios es un tema que podría tener un debate eterno sin ninguna resolución concluyente, más allá de los valores que los medios tengan o les dejen tener. Los medios son un intermediario con mínima influencia interna, pero enorme externa. En otros países directamente no se esconden. Los medios están controlados por el gobierno, quien decide lo que se publica y lo que se censura, y donde la cobertura independiente de noticias es nula. A esto hay que sumarle la financiación gubernamental, a cambio de una influencia positiva.

Si este proceso se tuerce en algún momento, llega el momento de las amenazas, represalias, presiones, denuncias, e incluso se puede llegar a la violencia en casos extremos, lo que afecta a la capacidad de los medios para informar objetivamente. La pescadilla que se muerde la cola.

Manipulación informativa, o como decirle al lector/espectador/oyente como pensar. https://www.la-politica.com/medios-de-comunicacion-medios-de-manipulacion/

Como decía antes, lo habitual para coaccionar a los medios suele ser cooperar con los financiadores de estos, grandes empresas o magnates que poco tienen que ver con la comunicación, pero que dentro de su imperio cuentan con  la suficiencia para abarcar interesadamente un grupo de comunicación, y que, por supuesto, tiene una notoria conexión con los grupos políticos, quienes les facilitan acuerdos en sus negocios a cambio de unos diversos favores, entre los que se encuentran el sesgo, o la supresión de información perjudicial para sus intereses.

Las elecciones, el mejor ejemplo

Si hay un momento en el que los poderes políticos necesitan buena prensa, dar buena impresión, venderse adecuadamente, sin errores, sin fisuras, con claridad y poniendo buena cara a todo es el proceso electoral. Entonces, cuanto mejor sea la impresión que den y cuanto mejor se hable de ellos, mayor probabilidad de conseguir sus objetivos políticos tendrá. Y claro, la ayuda de los profesionales de la información se antoja indispensable para ello. Y lo mejor de esto es que siempre lo hacen de la misma manera.

Aquí entramos de lleno en la manipulación de datos. Un tema delicado e importante, con un gran impacto en la percepción pública y la toma de decisiones del público ansioso de saber por dónde van a salir los candidatos y si van a cometer algún fallo, por insignificante que parezca.

ÁLVARO FERNÁNDEZ – JORGE GUTIÉRREZ.

1 comentario en «El control de la información, en manos de todos menos de su dueño»

  1. La distorsión de la información que va en aumento ha sembrado desconfianza entre la sociedad y los medios de comunicación. Estos últimos, en vez de adherirse al principio elemental del periodismo, la honestidad, suelen entregar una narrativa alterada, esconder hechos o sesgar la realidad. Este comportamiento se ha intensificado debido al desarrollo de nuevas tecnologías, la difusión de falsedades y el apetito por lo morboso, tejiendo juntos una trama que ataca la reputación de la prensa tradicional.

    Frecuentemente, los medios de comunicación se encuentran enlazados a la política y al mundo corporativo. La dependencia financiera, el intercambio de favores políticos y la sed de aprobación mediática conforman una madeja de intereses en la que todos se benefician, salvo la verdad. Dicha manipulación es un intercambio de cortesías: los medios persiguen fuentes de dinero, los dirigentes quieren limpiar su imagen y los gobiernos ansían un reflejo favorable.

    Es evidente la influencia ajena en los medios y en algunos países la relación con el gobierno es aún más directa, ejerciendo control sobre lo que se difunde y lo que se silencia. La independencia en la reportación de noticias se halla bajo amenaza debido a la presión y los actos de represalia, lo cual merma la habilidad de los medios para informar de manera imparcial.

    Los periodos electorales son escenarios especialmente susceptibles al manejo de la información. Durante estas épocas, quienes ocupan puestos de poder buscan ansiosamente una cobertura favorable para mostrarse de manera positiva. El control de la información se torna un instrumento esencial para configurar la opinión pública y favorecer la imagen de los aspirantes políticos.

    En este escenario, la adulteración de datos se transforma en una generalidad. Los profesionales de los medios pueden ser utilizados como herramientas para dar ventaja a ciertos postulantes, pasando por alto datos significativos o tergiversando realidades para beneficiar el panorama político. Este proceder interfiere directamente en la capacidad de juicio de la ciudadanía.

    Para concluir, la alteración de noticias suscita serias dudas acerca de la sinceridad de los medios y su función en el colectivo. Se hace imperativo un periodismo ético y claro para reconstruir la confianza del pueblo y salvaguardar la fidelidad de la noticia. Sin lugar a dudas, la verdad debe permanecer como el pilar del periodismo, aún en una era donde la manipulación parece cada vez más presente.

    FDO: Rafael Barrios, Pedro Dureux, Alejandro García

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