La fina línea ética de la fotografía en el periodismo

Una gran parte de la profesión periodística no se entendería sin el uso de fotografías que ilustren lo sucedido. Si nos fijamos en cualquier noticia de cualquier medio de comunicación todas ellas utilizan recursos fotográficos para mostrar al consumidor lo que ha sucedido con mayor precisión. Es decir, la fotografía se ha convertido en algo vital en el mundo periodístico a la hora de informar. Por tanto, al igual que con el contenido o los titulares hay que tener cuidado con las fotos que se deciden utilizar para acompañar a la noticia. 

En la actualidad las fotografías se han convertido en un problema recurrente para la ética periodística. Los fotógrafos buscan la foto más llamativa posible, aunque para ello sigan procesos no muy éticos. Cada vez es mayor el uso de fotografías manipuladas o recortadas que no cuentan lo que ha sucedido en la realidad, sino lo que el medio en cuestión quiere.

Por ello en este artículo vamos a analizar en profundidad estas dos disyuntivas éticas del periodismo actual respecto a la realización y uso de las fotografías.

Manipulación en las fotos

Uno de los problemas más recientes respecto a la ética periodística y la fotografía es el de manipular las fotos. A día de hoy con el uso de las redes sociales y un mayor número de programas de edición de fotos, por desgracia el uso de esta práctica cada vez es más frecuente. 

Algunos de los principales ejemplo de esta práctica son los siguientes:

El diario egipcio Al Ahram manipuló una foto en la que aparecían cinco líderes políticos en una cumbre para resolver el conflicto entre Israel y Palestina. En la foto original el líder egipcio Mubarak estaba rezagado en un costado. Sin embargo, para darle una mayor importancia a su líder, el periódico egipcio manipuló la foto y lo colocó el primero de todos, incluso por delante de Obama.

Otro ejemplo es el que se produjo con las manifestaciones en contra del terrorismo en Barcelona en el año 2017. En esta manifestación, a la que acudieron figuras muy importantes del país como el propio rey, se pudieron ver varias banderas independentistas. Pero a la hora de ilustrar estas imágenes en varias noticias muchos periodistas optaron por omitir todas estas banderas. Algunos editaron las fotografías para directamente borrarlas, mientras que otros vieron mejor idea utilizar otros ángulos de cámara en los que estas banderas no salieran. Es decir, muchos periodistas con el tratamiento y elección de las imágenes para cubrir el suceso prefirieron utilizar estas imágenes a mostrar lo que en verdad se vio, lo que en verdad sucedió.

La gala de los Goya en 2016 fue otro caso de esta manipulación a través de una imagen. Algunos medios al hablar de la gala utilizaron esta foto en la que se puede ver como Albert Rivera, líder del partido político de Ciudadanos en ese momento, tiende la mano a Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Nada más lejos de la realidad, esto precisamente no fue lo que ocurrió. Esta foto está recortada para que parezca que Iglesias decide rechazar o ignorar dar la mano a Albert Rivera. 

Esta es la foto real en la que se puede ver como Albert Rivera, en ese momento, no está saludando a Pablo Iglesias, sino que está dando la mano a otra persona completamente diferente.

¿Dónde está el límite ético a la hora de realizar las fotografías?

La segunda y última disyuntiva a ver en este artículo tiene que ver con los fotógrafos. Aunque no lo parezca a la hora de realizar las instantáneas los fotógrafos también se enfrentan a dilemas éticos. Estos muchas veces tienen que decidir en cuestión de milésimas entre sacar una buena foto para las noticias o ayudar a la gente que está en problemas. Por ello una de las preguntas frecuentes que se hace la gente al tratar este tema es ¿dónde está el límite?.

Uno de los casos más conocidos respecto a este tema y quizá más dramático es el del periodista Kevin Carter quien cubría una guerra en Sudán entre dos tribus. La foto estuvo caracterizada por una gran hambruna entre la población. Allí un día vio a este niño camino del centro de alimentación tumbado en el suelo, mientras en su espalda se encontraba un buitre. El periodista, en vez de socorrer al niño vio mejor opción sacar esta foto que ganaría, posteriormente, el premio Pulitzer. Este caso levantaría una enorme polémica que acabaría con el suicidió de Carter.

El caso de Omayra Sánchez en 1985 en Colombia es otro ejemplo. La erupción del volcán Nevado del Ruiz en Colombia dejó un total de más de 20.000 muertos. Al llegar los servicios de rescate encontraron a Omayra, una niña de apenas 13 años que se encontraba atrapada entre todos los escombros. Con el agua al cuello la niña aguantó allí tres días, mientras la intentaban rescatar, antes de morir. En esas 72 horas los periodistas allí presentes se dedicaron a grabar a la niña y sacarla varias fotografías. Esta foto de Frank Fournier fue la más famosa del suceso y levantó un gran debate. 

¿Actuaron bien los periodistas al dar a conocer esta historia? o ¿hicieron mal al publicar todos estos vídeos y fotografías? Este debate ético aún existente en la actualidad parece no tener respuesta.

3 comentarios en «La fina línea ética de la fotografía en el periodismo»

  1. La fotografía es un universo muy interesante y que precisamente con el auge de las redes sociales y la aparición de las inteligencias artificiales está desarrollándose a velocidad de crucero. El problema está en detectar cuándo una foto está o no editada, pero claramente cada vez es más complicado distinguir una imagen real de una creada por una inteligencia artificial. Estamos completamente a favor del desarrollo de las inteligencias artificiales en la fotografía pero siempre y cuando se utilice para fines positivos y artísticos, nunca para cambiar la perspectiva o el enfoque de la noticia hasta llegar a distorsionar la realidad.

    RAÚL ÁLVAREZ DÍAZ-GUERRA, ALBERTO DOMINGO SÁEZ, GUILLERMO GARCÍA LÓPEZ

  2. En toda la producción periodística actual la fotografía es uno de los pilares más importantes. Para la sociedad el componente visual es imprescindible a la hora de comprender una pieza informativa. Por esa misma razón la imagen no se salva de poder ser modificada con fines de desinformación o propagandísticos. Su composición, luz o planos ofrecen un lenguaje propio que puede ser interpretado por el espectador. Hay que ser muy cuidadoso con la imagen que se selecciona para cada una de las piezas ya que puede condicionar toda la intencionalidad del propio texto.

    También actualmente, los bulos fotográficos son más comunes por la proliferación de las redes sociales y es muy importante proporcionar herramientas a la población para que puedan identificar cuales de las imágenes que componen la noticia pueden llegar a ser falsas o editadas con un mal propósito.

    Por Carlota Bayo Agudo, Patricia Carballo Nieto y Mario Fernández Rodríguez

  3. El tema de la fotografía en el periodismo es un debate amplio. Se debe buscar la mejor instantánea siempre, una imagen que cuente la noticia solo con mirarla. Es por ello que en algunos casos si es lícito utilizar recortes para enfocar el tema o editarlas para que se vea más claro.

    Pero si es cierto que está practica ha subido un peldaño provocando que muchos fotoperiodistas realicen modificaciones con el único objetivo de ¨hacer el mal¨.

    Se debería penar esta práctica de algún modo por el simple hecho de que en muchos casos una manipulación de ese estilo conllevan una serie de consecuencias en las victimas. Los medios de comunicación continúan siendo uno de los mayores poderes que influyen en la sociedad. Como puede ser en el caso de Pablo Iglesias que los medios y las críticas le sobrepasen tanto laboralmente como personalmente.

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