Adaptarse tiene sus riesgos

La IA está cambiando la forma en que se hacen las noticias. Los algoritmos pueden ahora escribir artículos, analizar grandes conjuntos de datos para descubrir patrones y tendencias, e incluso utilizar la tecnología de reconocimiento facial para identificar personas en vídeos y fotografías. Estas capacidades pueden liberar a los periodistas de tareas rutinarias, permitiéndoles centrarse en aspectos más complejos y sustantivos del periodismo, como la investigación en profundidad y el análisis crítico.

Para abordar estos desafíos, los profesionales y los medios de comunicación deben adoptar principios éticos en su uso de la IA. Esto podría incluir la transparencia acerca de cómo se utiliza la IA, la verificación de la precisión y la imparcialidad de los algoritmos y la rendición de cuentas cuando las cosas salen mal.

Además, los mismos deben recibir formación en esta nueva tendencia para que puedan entender cómo funciona y cómo puede afectar a su trabajo. También deben participar en debates más amplios sobre la ética de la inteligencia artificial, para ayudar a dar forma a las normas y regulaciones que guiarán su uso en el futuro.

Abordando esta problemática, la consultora de comunicación Prodigioso Volcán desarrolló una guía en 2020 y la presentó un seminario con la Fundación Gabo, que se enfoca en periodismo. Dio a los periodistas una explicación sobre la tecnología y su uso de algunos conceptos básicos. Bajo la pregunta «¿Cómo pueden los medios y los periodistas utilizar estas habilidades?» destacan cómo las redacciones están delegando las tareas más repetitivas y mundanas a las máquinas, como transcribir entrevistas o encontrar aliados, para brindar a los periodistas una experiencia más personalizada.

Para ejemplificar el dilema derivado del uso de estas nuevas tecnologías en la labor periodística, a continuación, se verán plasmados los beneficios y riesgos que puede provocar las mismas en el sector:

Beneficios de la IA para el periodismo:

La IA puede aportar numerosas ventajas al periodismo, tanto en el ámbito de la producción como de la distribución de contenidos. Algunos de los beneficios que se pueden destacar son:

  • Mejora de la eficiencia y la productividad: La IA puede automatizar tareas rutinarias o repetitivas, como la redacción de noticias sobre temas predecibles o la generación de gráficos y visualizaciones. Esto permite a los periodistas dedicar más tiempo y recursos a la investigación, el análisis y la creatividad.
  • Ampliación de la cobertura y la diversidad: Mediante la inteligencia artificial se puede acceder y procesar grandes cantidades de datos de diversas fuentes, lo que facilita la cobertura de temas que antes eran difíciles o costosos de abordar. Además, también puede adaptar los contenidos a las preferencias y necesidades de los usuarios, ofreciendo una experiencia más personalizada y relevante.
  • Apoyo a la verificación y la documentación: La IA puede ayudar a los periodistas a verificar la autenticidad y la precisión de las informaciones, mediante el uso de herramientas como el reconocimiento facial, la detección de deepfakes o el chequeo de hechos. Asimismo, la IA puede facilitar la búsqueda y el acceso a fuentes documentales, como archivos, bases de datos o informes.

Riesgos de la IA para el periodismo

Su uso también implica una serie de riesgos y desafíos para el periodismo, que pueden afectar a la credibilidad, la confianza y la ética de la información. Algunos de los riesgos que se pueden señalar son:

  • Generación de errores y falsedades: Esta clase de herramientas pueden cometer errores o introducir sesgos en la producción y el procesamiento de los datos, lo que puede dar lugar a informaciones erróneas, incompletas o engañosas. Además, puede ser utilizada para crear contenidos falsos o manipulados, como imágenes, vídeos o textos, con fines de desinformación o propaganda.
  • Pérdida de transparencia y control: La IA puede dificultar el seguimiento y la explicación de los procesos y los criterios que se aplican en la generación y la distribución de los contenidos, lo que puede generar opacidad y falta de rendición de cuentas. Además, ayudaría a reducir el papel y la responsabilidad de los periodistas y de los usuarios en la selección y el consumo de la información, al delegar estas funciones en los algoritmos.

Vulneración de derechos y valores: Puede afectar a los derechos y los valores que rigen el periodismo, como la autoría, la propiedad intelectual, la privacidad, la libertad de expresión o el interés público. También podría generar dilemas éticos sobre la finalidad, el procedimiento y el valor de la información, que requieren de una reflexión y una regulación adecuadas, las cuales debería de realizar un humano cualificado para ello.

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