El uso de la terminología desinformativa en el Telediario de La 1 ha aumentado a partir de 2017  

El 30% de las piezas informativas del Telediario de La 1 de RTVE entre 2017 y 2022 han sido sobre desinformación

Fuente: RTVE Play. Propia

El estudio académico ‘La visibilidad mediática de la desinformación en los programas informativos: el caso de La 1 de RTVE’ realizado por Sonia Blanco, Francisco Marcos Martín-Martín y Jon Sedano, arroja luz sobre la cuestión crucial de la desinformación en los programas informativos actuales. Los autores de este análisis profundizan en el impacto y la presentación de la desinformación en un contexto mediático específico, concentrándose en el peso de una cadena pública (La 1).

La investigación detalla un análisis de la presencia de la desinformación en los programas informativos de La 1 de RTVE, evaluando tanto la frecuencia como la forma en que se abordan estas cuestiones.

La utilización de términos desinformativos comienzan a incrementarse a partir de 2017. El término “fake news” se hace recurrente en las piezas informativas tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el referéndum del Brexit en Reino Unido. Durante el COVID-19 también se produce un aumento de estos términos. En el caso de La 1 de RTVE, “bulo” se convierte en la palabra más utilizada, seguida de “desinformación”.

Fuente: RTVE Play. Propia

Un 67,53% de las piezas informativas son noticias, seguidas de reportajes, crónicas y entrevistas. Casi la mitad (30%) tienen como tema central el desorden informativo. Las piezas aparecen por igual en las secciones de internacional, nacional y sociedad, por lo que el enfoque político es el más recurrente a la hora de tratar el tema de la desinformación (30,43% de las piezas). Las informaciones sobre responsabilidad, consecuencias sociales y consecuencias socioeconómicas son otros de los temas que aparecen en las piezas, aunque en menor medida. Las secciones de cultura, deportes y economía quedan relegadas a un segundo plano.

Sonia Blanco, Francisco Marcos Martín-Martín y Jon Sedano afirman que a duración de las piezas informativas son superiores al promedio habitual. En un 61% de los casos el tiempo es entre un minuto y los dos minutos y medio. Esto se contrapone al Manual de estilo de RTVE que afirma que, las noticias deben adaptarse a “la rigidez del minutado”.

El tono utilizado al referirse a la desinformación refleja un matiz negativo en casi la mitad de las piezas (49,72%), seguido por un enfoque neutro y un menor porcentaje de noticias con un matiz positivo, particularmente aquellas relacionadas con la lucha contra los desórdenes informativos.

El estudio reveló que en más de la mitad de las piezas analizadas no se emplearon recursos visuales o sonoros para reforzar la información sobre la desinformación, indicando que en la mayoría de los casos este tema no era el foco principal de las noticias.

Además, se identificó una asociación recurrente entre los términos desinformativos y la figura del expresidente Donald Trump en un gran número de piezas, principalmente con un enfoque negativo (78,94%). El expresidente brasileño Bolsonaro y Nicolás Maduro también aparecen ligados a estas informaciones, aunque en un número más inferior que Trump.

Los investigadores enfatizan que su trabajo no solo tenía como intención identificar la presencia de la desinformación en las piezas informativas analizadas, sino que también buscaba “analizar la incidencia de los factores que impulsan la evolución de la terminología desinformativa” o “estudiar el enfoque y el tratamiento que se evidencia en la unidad informativa”. Este análisis proporciona una visión más detallada sobre la forma en que se enfrenta y se comunica la desinformación en los medios de comunicación.

El tema que aborda este estudio tiene una implicación significativa en el periodismo y la comunicación, ya que ofrece una comprensión más profunda de las complejidades y desafíos que los profesionales de los medios se enfrentan al tratar con la desinformación.

Este trabajo se posiciona como una referencia para fomentar una comunicación más informada y responsable en el ámbito mediático actual, al ofrecer un punto de partida determinante para fortalecer la integridad y ética de los programas informativos y mejorar la manera en la que la audiencia recibe los temas relacionados con la desinformación.

Andrea Aparicio, Silvia García y María García Luquero

4 comentarios en «El uso de la terminología desinformativa en el Telediario de La 1 ha aumentado a partir de 2017  »

  1. Está claro que el auge de las redes sociales en las últimas décadas ha dado lugar a una época en el que el conocido como periodismo ciudadano es el emisor de las noticias, que en muchas ocasiones han originado fake news o noticias de difícil verificación.

    Pese a esto, es de agradecer que existan medios de comunicación como la 1 de RTVE que dediquen un espacio a desmentir estas noticias y hechos y que hablen de la constante aparición de bulos o informaciones falsas y cuáles son las causas o consecuencias de la desinformación.

    La sociedad está cambiando constantemente y por ello hay que informar sobre las distintas evoluciones, incluyendo las que afectan a la información, para que el público pueda recibir noticias contrastadas y fiables.

  2. En la actualidad, cada vez existen más personas que leen y se creen la primera información que les aparece en sus redes sociales, sin siquiera contrastar la veracidad de dichos contenidos en otros medios. Esto supone un problema, ya que causa una mayor desinformación. Además de facilitar la manipulación de todas estas personas.
    Por ejemplo, una red social como Twitter, (en la cual tu publicas una información y tiene la capacidad de llegar a miles de personas en cuestión de segundos) puede ser excelente si se da un buen uso de ella, en cambio, puede ocasionar un problema cuando se hace público cierto contenido carente de veracidad.
    Estamos en el Siglo XXI y debería de ser el año en el que más informados estemos e incluso en el que menos engañados deberíamos estar, ya que la mayoría de las personas tienen cierta escolarización, además de estudios avanzados, sin embargo ocurre todo lo contrario. Puede ser una de las décadas en la que más sobreinformados estemos pero esa información no tiene especial valor, ya que mucha no es del todo cierta.
    Por tanto, que el canal 1 de RTVE haya dedicado una parte de su tiempo para desmentir noticias y ayudar a la sociedad a tener mayor concienciación de la información me parece lo suficientemente importante como para darles reconocimiento.
    Es cierto, que la sociedad cambia y también las formas de informar pero aunque se prime la capacidad para producir información lo más rápido posible no podemos olvidarnos de uno de los pilares básicos del periodismo, la veracidad.

  3. Es obvio que a día de hoy la posibilidad de creer una notica que sea falsa es muy alta. Las redes sociales lo han potenciado, pero también una gran culpa la tienen los medios y su velocidad por ser los primeros siempre. El contraste en muchas ocasiones es escaso y esto perjudica a la sociedad.

    Los clicksbait hacen que muchas veces no te molestes a informarte en profundidad sobre un campo determinado y confíes plenamente en un titular que en muchas ocasiones, no es la realidad completa de lo que quiere contar ese periodista.

    Es de agradecer que haya medios de comunicación tradicionales que dediquen un espacio a desmentir noticias. Sobre todo para la gente más mayor, que no tiene acceso a medios como Maldita. Estas personas en su mayoría no controlan internet, pueden llegar a consumir muchas fake news a lo largo de la semana. Bien por RTVE.

    Alejandro Alonso, Rodrigo Carravilla, Nicolás Delibes.

  4. Vivimos en unos tiempos muy difíciles para realmente estar informados de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y ya no solo eso, de que de lo que nos informamos realmente sea completamente veraz. Por este motivo, el hecho de que RTVE aumente en sus informaciones el número de noticias relacionadas con los bulos o fake news no es de extrañar.

    Es positivo que esto ocurra, porque el primer paso para luchar contra ello es que los propios medios intenten detectar cuándo se producen estas malas praxis. Pero, por otro lado, no deja de ser un reflejo de la sociedad actual, una sociedad que quiere todo de manera fácil y simplificada y se cree cualquier información a la primera de cambio cuando la realidad siempre es más compleja.

    Fdo: Marina Cabrero Duque, Marta Gamazo Rodríguez, Daniel Majerna y Daniel Mangas Diez

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