El País Tecnología ha publicado un artículo sobre las llamadas «influencers» virtuales, es decir, nuevas personalidades digitales creadas por inteligencia artificial que realizarán su labor sin descanso y para muchos lo más importante, sin coste de trabajo. Lee el artículo completo de El País y comenta cuál es tu opinión: https://elpais.com/tecnologia/2023-12-13/la-nueva-industria-de-influencers-virtuales-celebridades-que-trabajan-sin-descanso-y-no-piden-un-aumento.html
Laura Cenalmor, Sergio Centeno y Nayara Domínguez:
La IA es una disciplina que se está comenzando a utilizar en muchos ámbitos. La nueva utilización es la creación de las «influencer» virtuales. Este suceso resulta algo peligroso en las redes sociales porque muchas personas no saben que se trata de alguien virtual. Esto puede generar dudas en la sociedad y crear expectativas en base a estas personas creadas por IA.
Las personas que más utilizan las redes sociales son los jóvenes, y estas influencers tienen unos cánones de belleza establecidos, lo cual puede llevar a que muchas jóvenes se comparen con una persona que realmente no existe. Otra característica negativa de esta práctica, es que no se sabe quien puede estar detrás de estas cuentas de redes sociales. Con lo cual, algunas personas pueden hacer un mal uso de estas cuentas.
La IA tendría que tener limitaciones y tener en cuenta el factor social. Las personas no deberían sustituirse por personas virtuales porque estas no transmiten las mismas características y emociones que una persona real.
El implemento de las Inteligencias Artificiales en diferentes campos han supuesto grandes avances para la sociedad. Investigación, ciencia, tecnología… las ramas del conocimientos son las principales beneficiadas, pudiendo llevar a cabo complejas tareas en breves periodos de tiempo. Sin embargo, ¿las IAs solo implican aportaciones positivas?
Muchos trabajadores han visto cómo sus puestos eran remplazados por estos robots o inteligencias artificiales, capaces de desarrollar su trabajo en menos tiempo y de forma prolongada. Es así como sus puestos han sido suprimidos, dejando a miles de personas en la calle, muchos de ellos en situaciones precarias o en condiciones de edad y salud que les dificulta encontrar otro trabajo. Es el caso de las cadenas de montaje, por ejemplo, donde numerosos trabajadores son sustituidos por bastantes menos máquinas.
Pero estos no son los únicos puestos perjudicados. El auge de las IA en redes sociales es cada vez mayor, siendo estas capaces de elaborar un texto en escasos minutos o de producir una imagen en ocasiones sin indicios de que sea falsa. Y es que es ahí donde está el problema: carecer de la capacidad de distinguir entre realidad y ficción. A simple vista parece no haber límite a la hora de desarrollar estas prácticas, viendo en ellas un beneficio económico sin ningún impedimento, ni siquiera ético. Y es que la nueva tendencia de las influencers virtuales no es más que otro elemento de esta interminable cadena, en las que el interés económico prima por encima del valor moral.
Por Carlota Bayo Agudo, Marina Carballo Nieto y Mario Fernández Rodríguez