3 comentarios en «¿Neutralidad religiosa y cultural?»

  1. Personalmente, pienso que en casos así, en los que se pierden tantas vidas, asesinatos en masa, conflictos sin solución aparente ni próxima, es casi irrelevante quien los cuente. Bastante difícil es relatar sucesos de este calibre para alguien que los está sufriendo más que el resto, para que además se dude de su neutralidad.

    Puede que tenga una opinión un poco más cerrada que alguien más neutral, pero su deber también es informar sobre compatriotas que probablemente estén perdiendo familiares, amigos, compañeros, y para eso también hay que mostrar entereza y empatía.

    Más allá de religiones y culturas, un periodista debe informar, y si el trabajo de esta compañera es realizado correctamente, lo demás queda a un lado.
    Por supuesto, si está posición es aprovechada para dignificar o normalizar algún tipo de acción criminal contra otra población, por supuesto que debería ser relegada, pero sinceramente, nos forman para mantener la compostura en cualquier caso, y siguiendo estos pasos, no debe haber problema en dejar cualquier ideología a un lado por un momento.

  2. Las creencias religiosas o la ascendencia de una periodista no deberían interferir en su objetividad a la hora de cubrir un conflicto tan grave como el de Israel y Palestina. Precisamente, esta objetividad se consigue a través de la verificación de hechos y la presentación igualitaria de ambos bandos y, aunque las creencias puedan influir en la perspectiva personal de la periodista, la clave está en su capacidad para separar su trabajo de opiniones propias.

    Personalmente creemos que la calidad informativa no depende de las circunstancias personales sino del profesionalismo de cada trabajador del sector.

  3. La objetividad en el periodismo es un ideal al que todos los profesionales deberían aspirar, independientemente de su origen o creencias personales. Sin embargo, es importante reconocer que todos los individuos tienen sesgos implícitos, y los periodistas no son, ni mucho menos, ajenos a esto. ‘La clave’ se encuentra en la capacidad del periodista para separar sus opiniones personales de su trabajo profesional.

    La ascendencia judía de la corresponsal no debería ser un motivo para ‘descalificarla’ para cubrir el conflicto. Ser consciente de sus propios sesgos y esforzarse por presentar información equilibrada y verificada son elementos cruciales en la práctica periodística. Asimismo, la diversidad de perspectivas y voces en el periodismo puede enriquecer la cobertura, siempre y cuando se mantenga un compromiso con la integridad y la imparcialidad.
    Álvaro Gutiérrez Chapado, Inés Gutiérrez González, Alejandro Revilla Benito.

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