¿Quién defiende a los reporteros en Ferraz?

Durante las últimas semanas han ocurrido manifestaciones, muchas de ellas violentas, en contra de la amnistía. Muchos periodistas han cubierto estas reivindicaciones para sus respectivos medios y se han visto imágenes de cómo algunos de ellos han sido agredidos verbalmente e, incluso, físicamente. ¿Qué debemos de hacer como sociedad para evitar estos altercados? ¿Deben intervenir las fuerzas de seguridad para acabar con estas agresiones? ¿Es necesario que los periodistas estén en medio del caos y se jueguen el tipo para ganar audiencia o conseguir una exclusiva? ¿Qué podemos hacer para que los reporteros sean respetados? Expón tu opinión, te leemos.

9 comentarios en «¿Quién defiende a los reporteros en Ferraz?»

  1. Sergio Centeno Sánchez:

    En medio de las recientes manifestaciones en contra de la amnistía, se evidencia la importancia de preservar el respeto a la labor periodística. Los periodistas, encargados de informar a la sociedad, han experimentado situaciones violentas, planteando la necesidad de rechazar la violencia como medio de expresión y fomentar un diálogo pacífico. La intervención de las fuerzas de seguridad debe buscar un equilibrio entre garantizar la seguridad ciudadana, incluida la de los periodistas, y no comprometer la libertad de expresión. Además, se plantea un dilema ético sobre la participación de los periodistas en entornos caóticos, instando a los medios a reflexionar sobre la ética de exponer a sus reporteros a situaciones riesgosas y evaluar el valor agregado a la calidad informativa.

    En resumen, como sociedad, debemos promover el respeto a la libertad de prensa, propiciar un diálogo pacífico en medio de las divergencias y encontrar un equilibrio ético en la exposición de periodistas en contextos potencialmente peligrosos, con el objetivo de salvaguardar tanto la integridad de los informadores como el derecho a la información.

  2. Tal y como ha recalcado la Asociación de Prensa de Madrid, los periodistas merecen un mayor reconocimiento por labor que realizan “fundamental en un Estado de Derecho” y “sociedad democrática”, por lo que han pedido “a las autoridades que tomen las medidas necesarias para dar una mayor protección a los informadores, especialmente a quienes, por llevar identificación visible de los medios para los que trabajan, se encuentran más expuestos a posibles agresiones de personas incapaces de respetar la libertad de expresión”.
    Legalmente, el articulo 20 de la Constitución Española reconoce el derecho a comunicar libremente información veraz, por tanto, los cuerpos de seguridad deben garantizar la protección a los reporteros en su carácter de ciudadano, cuando se está violando este derecho.
    A pesar de ello, la Fundación Gabo ha elaborado una serie de consejos para evitar dichos enfrentamientos a la hora de cubrir las manifestaciones. Por ejemplo, a ser posible, si no es necesario para la información, se debe evitar el centro de la manifestación y no interponerse nunca entre la policía y un manifestante, entre otras recomendaciones.
    En conclusión, tras seguir las recomendaciones de los expertos y siendo los medios conscientes del riesgo que sufren sus reporteros, la única solución radica en la educación de la población. Que la ciudadanía entienda el valor social y el respeto que, como ser humano merece el periodista, es la pieza clave para poder realizar coberturas seguras, claras y verídicas en cualquier contexto.
    FCO. JAVIER ÁLVAREZ, CAMINO ARANZANA Y MARIO AZCONA 

  3. A los periodistas, la gran mayoría de las veces se les cataloga y etiqueta según la ideología de su medio.
    Esto, a veces, puede ser perjudicial para la profesión según qué o quién sea el objeto de la protesta.
    En este caso, las agresiones se han producido, por normal general, contra medios ideológicamente cercanos al Gobierno.
    Los periodistas que cubren la información en estos sucesos son marionetas de sus mandatarios y pagan los platos rotos de años y años de informaciones a favor de y en contra de.

    En estas situaciones de máxima tensión y con los ánimos tan caldeados, la gente necesita alguien a quien culpar, y como a las autoridades no pueden hacerles frente, buscan con quien sentirse aliviados y superiores, y nosotros somos los que más papeletas tenemos de sufrir su rabia e impotencia.

    Repito. No es culpa nuestra. Nosotros hacemos nuestro trabajo, y predicamos con la verdad, como dice la Constitución y todos los derechos que nos amparan, pero tantos derechos se saltan los de arriba, que es “entendible” que la gente se frustre y se vaya a la gresca con todo el que pueda, sea periodista, o de cualquier otro gremio que pueda parecer afín a los culpables de esta situación.

  4. Las manifestaciones y protestas son expresiones legítimas de la libertad de expresión, pero es inaceptable que los periodistas sean agredidos verbal o físicamente mientras cubren estos eventos. La seguridad de los periodistas debería ser una prioridad para asegurar que puedan informar de manera libre y segura.

    En primer lugar, como sociedad, debemos promover el respeto por la labor periodística. Los periodistas desempeñan un papel fundamental a la hora de mantener a la sociedad informada. Es esencial reconocer y valorar su trabajo, independientemente de si se está de acuerdo o no con la línea editorial del medio para el que trabajan. La educación y sensibilización son las claves para que la sociedad comprenda y respete el trabajo de los periodistas y poner en valor la información que se está recibiendo.

    Los periodistas solo se encuentran allí para informar de una realidad que está aconteciendo y los allí presentes no los deberían de ver como un enemigo, sino como un aliado que va a dar voz a lo que ellos manifiestan.

    Las fuerzas de seguridad deberían de tener la responsabilidad de proteger a todos los ciudadanos, incluidos los periodistas, durante estas manifestaciones. Intervenir para prevenir agresiones físicas o verbales contra los reporteros es importante para garantizar su seguridad mientras se encuentran realizando su trabajo.

    Además, no necesariamente los periodistas deben exponerse a un peligro extremo para obtener una información o aumentar la audiencia. Sin embargo, la realidad es que en muchas ocasiones las situaciones de conflicto o protestas son lugares donde se generan noticias relevantes que interesan a la sociedad.

    Proteger a los periodistas y asegurar su seguridad en situaciones de manifestaciones o protestas es responsabilidad de toda la sociedad, las autoridades y aquellos que participan en dichas acciones. Reconocer su labor, garantizar su seguridad y promover el respeto hacia su trabajo son pasos fundamentales para crear un entorno donde los periodistas puedan informar libremente sin temor a ser agredidos.

  5. La ética no son solo principios como la veracidad, la precisión, la transparencia o la responsabilidad social, también es evitar ponernos en situaciones innecesariamente peligrosas. Antes de profesionales somos personas y nuestra salud e integridad física está por encima de cualquier exclusiva.
    Personalmente coincido con mis compañeros en que las fuerzas de seguridad deberían proteger a todos los ciudadanos, incluidos los periodistas, pero siempre de forma proporcionada y dejándoles hacer su labor dentro de lo posible. Estas situaciones de crisis, aunque son entornos peligrosos e imprevisibles, también son las que más necesitan a los periodistas para informar al mundo de lo que sucede en ellas. El periodismo a menudo implica riesgos y es decisión de cada uno decidir en qué medida se expone, sin tener en cuenta las presiones editoriales por conseguir la mejor información, claro. También podría ayudarnos instaurar más protocolos para cubrir estos eventos, como el uso de equipos de protección.
    Como ha reclamado el presidente la FAPE, Miguel Ángel Noceda, en estas situaciones existen los que considera “falsos medios” que no se rigen por la deontología periodística. “Desde la FAPE pedimos a los partidos políticos de un lado y de otro que digan a sus seguidores que dejen de maltratar a los periodistas”.
    Para que los reporteros sean respetados, debemos educar a la población sobre la importancia de la labor periodística y lanzar el mensaje de que nosotros como individuos no somos el enemigo. No deben trasladar sus rencores con las grandes cadenas a los reporteros «mandados» a cubrir determinada manifestación. Por ejemplo: una persona que odia a X cadena porque la vincula a X ideología y decide actuar de forma violenta contra sus reporteros enviados.

  6. La pregunta sobre quién defiende a los reporteros en Ferraz destapa una realidad preocupante en la que la seguridad y respeto hacia los periodistas se ven amenazados en manifestaciones y eventos similares. Es innegable que, como sociedad, debemos abordar estos problemas de manera crítica y efectiva.
    En primer lugar, resulta lamentable que algunos ciudadanos vean a los periodistas como blanco de agresiones verbales o físicas. Esto refleja una falta de aprecio por la libertad de prensa y un desconocimiento de la importancia del periodismo en la sociedad democrática. La intolerancia hacia los profesionales de los medios de comunicación es un síntoma alarmante que debe abordarse con educación y concienciación.
    En cuanto a la actuación de las fuerzas de seguridad, es evidente que deben intervenir de manera contundente para prevenir agresiones. Sin embargo, también es necesario cuestionar si estas fuerzas están recibiendo la formación adecuada para proteger a los periodistas y garantizar su capacidad para informar sin restricciones. La falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades refleja una debilidad en el sistema de protección.
    La discusión sobre la exposición de los periodistas al caos para obtener cobertura no debería desviar la atención de la responsabilidad de los medios de comunicación y las empresas periodísticas. Es fundamental que proporcionen medidas de seguridad adecuadas y no utilicen la exposición al peligro como un medio para obtener exclusivas o aumentar la audiencia. Esta práctica irresponsable contribuye a la vulnerabilidad de los reporteros.
    En última instancia, proteger a los reporteros en manifestaciones requiere una revisión profunda de la cultura social que tolera la violencia hacia la prensa y un compromiso serio de las autoridades y los medios de comunicación para salvaguardar la integridad de quienes informan en el terreno. La falta de acción contundente solo perpetuará un entorno hostil para el ejercicio del periodismo.

    Firmado, Álvaro Gutiérrez Chapado, Inés Gutiérrez González y Alejandro Revilla Benito.

  7. Es un problema que está presente en nuestra sociedad. No es por ello, que la profesión del periodismo es la más demonizada dentro de la sociedad. Al fin y al cabo los periodistas deben estar presentes en los hechos para generar la mejor información posible. Nuestra labor es la de estar presentes en los lugares donde surge la noticia. A pesar de ello, son muchos los profesionales de la información que ponen en riesgo su seguridad personal para tomar la mejor perspectiva. No solo los reporteros son protagonistas a la hora de grabar las cargas o disturbios en la propia manifestación. Lo más importante debe ser el enfoque que en ocasiones se hace dependiendo del medio de comunicación al que pertenecen. Por lo tanto, los periodistas deben tener una especial protección porque están haciendo una labor imprescindible de la sociedad. No somos ajenos a ellos, y no podemos permitir que se produzca una violencia física y una violación de derechos a la hora de crear una información para la sociedad.

    Firmado: Guillermo García López, Alberto Domingo Sáez, Raúl Álvarez Díaz-Guerra

  8. El trabajo del reportero en muchos casos conlleva riesgos laborales. Todos queremos poder llegar a la información y que se nos informe de una manera libre, pero para que esto se cumpla las personas que se dedican a esta profesión deberían de contar con una seguridad para poder realizarlo de una manera tranquila, las fuerzas de seguridad en este tipo de casos sí que deberían de intervenir y mostrar una protección ante esta profesión. Si se encuentran en medio del caos no es solo para conseguir una exclusiva, sino para poder realizar su labor periodística y mostrar lo que sucede en todo momento. Y esto como sociedad hay que valorarlo y tenerlo siempre en cuenta, un trabajo por y para la audiencia, que somos nosotros.

  9. Uno debe saber a lo que se atiene cuando va a cada sitio. Uno de los integrantes de nuestro grupo estuvo 12 días en Ferraz cubriendo de forma independiente las manifestaciones y no le pasó nada. Además, puede añadir de primera mano que muchas de las quejas de según que periodistas o medios no son más que parte de un relato que pretende desacreditar a la propia manifestación.

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