Nos remontamos al 2012 cuando el 9 de agosto de ese año, el medio de comunicación Cuatro publicó una noticia sobre que los Testigos de Jehová rechazan las transfusiones de sangre a sus hijos si hay otras opciones.
En la noticia elegida se plantea un debate moral sobre si es correcto realizar transfusiones de sangre en Testigos de Jehová. Esta es una tradición que se ha sostenido durante mucho tiempo y está relacionado con las creencias religiosas de esta comunidad. Los Testigos de Jehová tienen una creencia fundamental en la abstención de transfusiones de sangre, basada en su interpretación de la Biblia y específicamente en pasajes que prohíben «comer sangre». Esta creencia se basa en textos como Génesis 9:4, Levítico 17:10 y Hechos 15:28-29.
En el otro lado se encuentran los médicos y la mayoría de las sociedades médicas que creen que las transfusiones de sangre pueden salvar vidas en situaciones de emergencia, como cirugías complicadas, accidentes o enfermedades graves que causan una pérdida significativa de sangre y ven fundamental que se pueda utilizar este método en personas que pertenezcan a esta comunidad. Esto ha llevado a situaciones éticas en las que se debe sopesar el derecho de los pacientes a tomar decisiones médicas informadas con sus creencias religiosas, y el deber de los médicos de proporcionar el mejor tratamiento posible.
A la hora de plantearnos este debate tenemos que centrarnos en diferentes aspectos. Por un lado, está la autonomía del paciente. Algunos argumentan que el respeto por la misma es fundamental, lo que significa que los pacientes tienen el derecho de tomar decisiones informadas sobre su tratamiento médico, incluso si esas decisiones van en contra de la recomendación médica. Por el otro lado se encuentra la obligación ética que tienen los médicos de actuar en el mejor interés de sus pacientes y evitar causarles daño. Esto puede chocar con la negativa del paciente a recibir una transfusión de sangre, ya que podría poner en riesgo su vida. Pero en todo caso, los médicos deben proporcionar información completa y comprensible a los pacientes para que puedan tomar decisiones informadas. Esto es especialmente importante en el caso de los Testigos de Jehová, ya que necesitan conocer las alternativas médicas y los riesgos asociados.
Como se plantea en la noticia se llegó al punto de meterse en temas judiciales debido a que el paciente había dejado claramente establecido que bajo ningún concepto se le podían realizar transfusiones de sangre, aunque eso conlleva que el equipo médico no pueda realizar su trabajo al 100%, aspecto que el paciente sabe que eso le puede traer consecuencias muy negativas, que en este caso pudo conllevar a su muerte.
En muchos lugares, se han establecido directrices y protocolos médicos para abordar estas cuestiones éticas y legales. Algunos sistemas de salud tienen procedimientos para respetar las creencias religiosas de los Testigos de Jehová mientras buscan alternativas a las transfusiones de sangre, como el uso de productos sanguíneos sintéticos, hemoderivados o técnicas quirúrgicas avanzadas. La resolución de estos dilemas éticos a menudo depende de las leyes y políticas locales, así como de la toma de decisiones individuales en el contexto médico.
Las transfusiones de sangre son mucho más polémicas que una donación de órganos debido a que las primeras deben hacerse de forma inmediata en una operación o en una intervención médica urgente y la segunda es algo más planeado que también ha de ser rápido pero mueve muchos más protocolos que una simple transfusión de sangre al haber órganos limitados por no poder conseguirse de forma sencilla. Irónicamente los Testigos de Jehová no están en contra de los trasplantes de órganos a pesar de que son algo más complicados que las de sangre y se realizan en casos más concretos porque una transfusión de sangre se puede necesitar en cualquier momento inesperado.
En esta noticia los testigos quieren otras alternativas para sus hijos que no les haga romper su creencia religiosa y es totalmente respetable que se mantengan del lado de su religión pero no es tan sencillo pues la medicina no avanza tan rápido y hay pocas opciones que sustituyan a la transfusión de sangre. Se ha empezado a intentar preparar al paciente para que aguante la operación en las mejores condiciones a pesar de la pérdida de sangre intentando aumentan hemoglobina con hierro, ácido fólico o vitamina B12, sin embargo es una técnica poco usada que está siendo investigada aún.
Al hablar del rechazo a las transfusiones de sangre por parte de los testigos se produce una lucha entre la religión y el juramento médico hipocrático que realizan todos los profesionales de la salud cuando se gradúan y prometen ejercer bien sus estudios para salvar vidas cuando puedan. La ética y moral se pone normalmente de parte de los médicos ya que su trabajo es intentar curar al enfermo de todas las formas posibles pero se debería dar una oportunidad a las creencias religiosas pues los creyentes se niegan a vivir con un pecado tan grande. En tal caso lo más recomendable sería aceptar la transfusión de sangre y que no muriesen como unos pecadores por no haber luchado por la vida. Puede que la transfusión esté prohibida pero el alto dirigente de esa creencia debería explicar que su dios les creó para vivir y que la muerte debe llegar de forma natural, no impedir seguir viviendo por una regla que podría cambiar.
La ciencia y la religión nunca se han llevado bien, por ello lo más lógico que se podría hacer para no hacer mal a los heridos es que la figura de mando de la religión razonase con las normas de Dios y las actualizará a la nueva época en donde la sangre salva vidas de forma diaria. En el tema de la moral y la ética los propios seguidores de Jehová no deberían arriesgar la salud de sus hijos y deberían dejar actuar a los médicos. Es evidente que nos ponemos del lado de los profesionales de la salud al tener que cumplir con su trabajo y creemos que el dirigente de esa iglesia debería modernizar las palabras del dios para que no se pierdan vidas por algo tan absurdo. Claro que las religiones son algo serio, pero cuando se pone por medio entre la vida y la muerte es mejor salvar la vida que condenar a una muerte prematura. Todos los dioses crearon al ser humano para que viviese feliz, es estúpido ir en contra de ese deseo poniendo ideas que pueden acabar con la vida del creyente porque sí cuando puede salvarse.
La noticia no puede ser comparada con los manuales de los medios o de la FAPE sino que está completamente dependiente de las personas que la hemos elegido pero que en base a nuestros principios la hemos desmontado y analizado.