Según el artículo “Juventud, identidad de género y poder en las plataformas digitales” publicado en la revista Comunicar. Las plataformas red se están volviendo de vital importancia sobre todo para el colectivo LGTBQ+.
Vivimos en una sociedad en la que las tecnologías son una extensión más de nuestro cuerpo, esto quiere decir que son una herramienta básica en nuestras vidas y, por tanto, podríamos hablar de una sociedad online y otra offline. Las relaciones de género son inherentes e inseparables, lo que significa que estas relaciones no son un rol, o una variante en la cual las personas puedan elegir en cual prefieren estar. Simplemente son unas prácticas sociales que se llevan a cabo en la sociedad actual.
Durante la historia los hombres siempre han estado posicionados por encima de las mujeres, y esto ha hecho que establezcamos la heterosexualidad y los comportamientos que esto conlleva como la norma. Este patrón es muy cuestionado, ya que encasillar a las mujeres y los hombres dentro de dos roles y con unos cánones que seguir, hace que algunas personas que no se sienten identificados en la llamada “normalidad” se sientan oprimidos además de excluidos. Debido al desarrollo de las tecnologías cada vez hay más medios para dar visibilización y promoción a estos colectivos y que de esta manera se puedan poner en contacto desde cualquier parte del mundo, ayudando a su inclusión en la sociedad y la adquisición de confianza en sí mismo y normalidad. La intención de hacer llegar este abanico de información a través de las redes sociales es debido a la educación de los más jóvenes. Las redes sociales están constituidas en gran parte por adolescentes, a los cuales hay que educar en el respeto además de mostrarles todos los colectivos existentes con el fin de incluirles a todos en la llamada “normalidad”, no solo al colectivo heterosexual.
Según el estudio de “identidad online” se llevó a cabo una serie de encuestas a jóvenes de entre 11 y 20 años, en las cuales se demuestra que durante la adolescencia es más probable que sufran acoso las personas de género femenino que los varones.
Ojeda, Espino, Elipe & del-Rey realizaron un trabajo en el que se explora el ciberacoso LGTBQ+ tanto de manera cualitativa como cuantitativa. Y analizaron la ciber victimización en función del sexo el cuerpo y el género. El no encasillarse dentro de una orientación sexual se ha convertido en otra manera de acosar mediante la red. Otro estudio realizado por De coninckE D´Haenens dice que los jóvenes que se identifican como género no binario usan más los recursos de la red (gracias a la facilidad con la que el anonimato les permite mostrarse tal y como son) y se relacionan con otra gente del colectivo, lo que les hace ayuda a comunicar con su entorno a que tipo de sexualidad pertenecen.
Es necesaria la inclusión de recursos públicos en los que se normalice no sentirse parte de lo llamado “normal”, además de una educación previa y la introducción de recursos pedagógicos que permitan contrarrestar todo el acoso, machismo etcétera que hemos observado que existe con estas investigaciones. La mayoría de las preocupaciones mostradas en las conclusiones de estos estudios, son la tendencia a burbujas aisladas o las cámaras de eco en todas las redes. Ya que las redes pueden ser un estupendo medio social y educativo si se da un buen uso de ellas, por el contario si no se emplean de manera adecuada pueden generar daño debido a su repercusión. Pese al siglo en el que vivimos aún existen muchos casos de estereotipos binarios. Y para tratar de revertir estas tendencias las organizaciones públicas y siendo más precisos las educativas deberían tratar de dar una formación digital digna además de enseñarles a crear una opinión crítica con una perspectiva de género plural y diferente.
En este video podemos observar un ejemplo de cómo las redes sociales apoyan a las personas de diferentes tipos de colectivos.
Realizado por: Natalia Aparicio, Silvia Andrés, Anna Fuentes y Cristian Cadei.
Foto de: Alamy
Alba Calle Pérez:
Desde que se creía que ser gay o lesbiana era una enfermedad todo ha ido cambiando poco a poco a mejor. Antes el hecho de que un hombre se enamorase de otro hombre o una mujer de una mujer era pecado y obviamente los matrimonios entre el mismo genero estaban prohibidísimos. No podía haber ni un beso de bromas o te detenían como si fueses el mayor asesino del mundo.
Por una parte el avance del tiempo ha dado sus resultados a pesar de que no existían aún las redes sociales. Las personas se han ido dando cuenta de que querer tiene un millón de posibilidades y que son respetables poniendo límites pero que dos personas del mismo genero se enamoren no es nada del otro mundo. Puede que no haya cuentos de hadas con relaciones LGTBI pero igual en un futuro se dan porque películas y series las hay a montones. Las asociaciones de la defensa de este colectivo se han multiplicado y ahora son apoyadas incluso por los mismísimos gobiernos de cada país a pesar de que los partidos de ultra derecha las rechacen por su forma de pensar más conservadora. Las redes sociales han hecho milagros para que la gente de este colectivo tenga voz y voto y que sean reconocidas por todos, no como bichos raros. Aparte de que gracias a ellas muchos famosos se han podido declarar como parte del colectivo sin problema ya que sus seguidores les han demostrado que están a su favor. Las redes han generado más facilidades para aquellos que parecían obligados a estar escondidos y les ha dado el valor para exponer su caso.