El periódico de El Mundo fue denunciado por el artículo “Primera denuncia contra un
hospital por un cambio de sexo a un menor”, escrito por el redactor Quico Alsedo. Este caso
es de gran importancia, puesto que se trata de un hecho novedoso en nuestro país como es
la primera denuncia que se realiza contra un hospital debido a un cambio de sexo. La
denuncia se ha llevado a cabo a través de los representantes de la Federación de la
Plataforma Trans y de Euforia Familias Trans-Aliadas ambas en representación
circunstancial de No binaries España; Arelas, asociación de familias de menores trans y
Naizen, asociación de familias de menores transexuales.
El artículo tuvo una gran repercusión en redes sociales y entre toda clase de espectadores,
desde medios tradicionales hasta programas desarrollados en plataformas de vídeo y
streaming como, por ejemplo, The Wild Project. Donde se desarrolla una tertulia
informal en la que Jordi Wild y sus contertulios expone la situación. Llegan a la conclusión de que
se debería de haber tratado de una forma más precavida y cuidando el estado de la
afectada en todo momento desde antes y después del proceso. Esto ha sido un fallo
grotesco de la seguridad social y que se debería de analizar a todos y cada uno de los
pacientes antes de someterle a un cambio tan agresivo a la vez que irreversible en su vida.
Los denunciantes consideran que este reportaje vulnera varios puntos del Código
Deontológico de la FAPE, puesto que en esta publicación el periodista emplea un titular
“engañoso”, revela la intimidad de una persona, hace pública distinta información de una
menor sin el consentimiento de la misma y da a entender que se han cometido ciertas
irregularidades sanitarias. Por estos motivos los denunciantes solicitan a la Comisión de
Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo que se abra un expediente deontológico
contra el periódico de El Mundo y el periodista Quico Alsedo.
Joaquín Manso, director del periódico, defendió el artículo de su redactor. Este argumentó
que en dicho reportaje no se identifica a ninguna persona menor de edad y el tratamiento de
la información respetó en todo momento los principios y exigencias de una actuación
periodística. Además Manso negó que el titular del reportaje fuese “engañoso” y se opuso a
las quejas sobre que en el reportaje se realizó una valoración sobre el estado patológico de
la menor y reitera que no realiza diagnóstico alguno y que la información se refiere solo a lo
expresado por la madre de la persona menor de edad. También expresó que Alsedo en
ningún momento tiene un comportamiento peyorativo con las personas o situaciones que
narran en el artículo, así como en ningún caso identificada a la persona menor y para
realizar el artículo se basó únicamente en la transcripción de las declaraciones de la
progenitora.
La Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo declaró qué el periodista de
El Mundo, Quico Alsedo, no incumplió los apartados del Código Deontológico de la FAPE
por los que se le denunció. En dicha resolución la comisión entiende como una obligación la
protección de los derechos de las personas trans, lo que no exime del cumplimiento de
libertades pautadas en la constitución como la de opinión, expresión o pensamiento, en este
caso. También defiende que en ningún caso se identifica a la persona menor y que tampoco
se infringen los compromisos de la ética periodística, como por ejemplo el de respetar la
verdad. A su vez, a ojos de la comisión el titular no resulta engañoso porque este se limita a
reproducir expresiones de la madre. La resolución recoge que el periodista, Quico Alsedo,
no añade ningún tipo de opinión o valoración diferente a las de la demanda presentada, de
forma previa” en la sede judicial. Para finalizar se considera que en ningún momento se
infringe el código deontológico de la profesión periodística, ya que se respeta en todo
momento el principio de veracidad y la información es considerada de trascendencia pública
por el periódico.
La transexualidad y las operaciones de cambio de sexo siguen siendo un tema que genera controversia y opiniones dispares. Si bien es cierto que la información publicada por Quico Alsedo en el diario El Mundo no incumplía los apartados por los que se le denunció, en mi opinión sus justificaciones están cogidas «con pinzas». En primer lugar, el titular viene acompañado de la cita: «Dicen que mi hija es un chico, pero en realidad tiene depresión» declaraciones de la madre de la menor. Esta frase, que aparece en gran tamaño, podría malinterpretarse por algunas personas que estén desinformadas en el tema y que puedan a llegar a pensar que todos los casos son así. Además, sobre el asunto de la identidad de la menor, es cierto que no se menciona su nombre, pero se incluyen ciertos datos que pueden hacerle reconocible por personas de su entorno, como su edad, la ciudad y el hospital, el nombre y rostro de su madre… También se añade información sobre el estado patológico de la menor que en mi opinión debería ceder ella y no su madre, aun siendo su tutora legal.
En conclusión, creo que esta historia debería haberse tratado con más empatía y cuidado, pues puede contribuir a desinformación sobre la transexualidad y generar rechazo hacia ella. Pero al mismo tiempo pienso que es muy importante contar historias como esta y dar a conocer una realidad que puede ser «tabú» como son las personas que se arrepienten de un cambio de sexo. Historias como esta dejan ver las limitaciones del control psiquiátrico y psicológico que se lleva a cabo en estas situaciones.