El 15 de diciembre de 2022 Aitana Ocaña, cantante mundialmente conocida por su paso por el programa de música OT, denunció ante las cámaras un supuesto acoso continuado por parte de los medios de comunicación que le llevo a vivir situaciones muy complicadas.
Ese mismo año la marca Yves Saint Laurent organizo una fiesta navideña en Madrid donde Aitana fue una de las grandes protagonistas. Fue justo después de que revistas como “Hola” o “Lecturas” sacasen la exclusiva de que la cantante acababa de romper su relación con su ahora expareja Miguel Bernardeau. Muchos medios de comunicación nacionales acudieron exclusivamente para conseguir las primeras declaraciones por parte de la artista. Ante las incipientes preguntas sobre si era verdad, o no, la supuesta ruptura con Miguel, Aitana respondía con evasivas como “Estoy súper bien, pero me he puesto mala de una gripe”
Ante estas evasivas los medios comenzaron a hacerla preguntas más concretas sobre su vida privada, buscando de nuevo, ese titular sobre la ruptura de Aitana y el que era en su momento su pareja. Ella respondió recordándoles que “ yo nunca hablo de mi vida y hoy no va a ser distinto». Sin embargo, utilizó ese momento de cobertura total por parte de los medios para pedir ayuda: «Lo que sí que quiero decir es una cosa para todos, y os lo digo con una mano en el corazón».
«Necesito vuestra ayuda porque lo estoy pasando mal»
El conflicto periodístico entra aquí, Aitana pidió que por favor no graben cuando está en casa por que están atrayendo a varios hombres hasta la puerta de esta a altas horas de la madrugada. «Está empezando a venir mucha gente. Vienen hombres a las 3 y 4 de la mañana y estoy sola. Lo paso muy mal y tengo mucho miedo» A pesar de conocer perfectamente cual es el trabajo de los medios y que es consecuencia del suyo, la cantante aseguró que no lo estaba pasando para nada bien: «Cuando hacéis fotos a mi casa por fuera o grabáis, yo entiendo que es una consecuencia de mi trabajo, pero necesito vuestra ayuda porque lo estoy pasmado mal».
¿Hasta que punto un periodista puede poner en peligro la vida de alguien por conseguir una exclusiva? La artista se enfrentó a los medios con el objetivo de calmar las aguas y que no se volviesen a repetir ese tipo de situaciones peligrosas: «He venido para calmar las aguas y deciros que me ayudéis con respecto a eso». Ella siempre a empatizado con los comunicadores e incluso les ha dicho que entiende que tienen que grabar pero que la situación estaba llegando al límite.
Legalmente la Constitución protegería a Aitana quien se puede acoger a la Ley Orgánica 1/82 que consagraba los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen. Es muy habitual pensar que como es un personaje público esta ley no la recoge a ella pero lo cierto es que en la Constitución no se hace distinción entre personas públicas o no. El único motivo por el que se la podría grabar y fotografiar seria por estar en la vía pública, pero estando en su domicilio seria un delito.
Por otro lado, Aitana ha tenido un criterio muy claro desde que empezó en la música: «Respecto a mi vida personal no cuento nada. No me persigáis por las calles porque yo nunca digo esas cosas y no os lo voy a decir ahora. Lo siento un montón, estoy muy bien».
Jamás ha dado declaraciones sobre su vida privada, y, sin embargo, muchos de los periodistas ahí presentes se quejaban de que llevaban una hora y media esperando para después no recibir nada. Además, uno de los ahí presentes le afirma a la artista que para que no que persigan lo que tenia que hacer era decir si había terminado la relación, o no.
En el apartado 3 “Principios de actuación” punto tres de la FAPE: El periodista reconocerá y respetará a las personas físicas y jurídicas su derecho a no proporcionar información, ni a responder a las preguntas que se les formulen, sin perjuicio del deber profesional de atender el derecho de los ciudadanos a la información. Se explica perfectamente cómo el periodista tiene que respetar en todo momento la decisión del artista de dar o no datos personales suyos y de sus allegados. En este caso los periodistas no solo no respetaron esa decisión que tomo desde el día uno de su fama sino que instigaron a la artista para que diera esos datos dándola a entender que sino el acoso iba a seguir.
Realizado por: Lidia Alonso, Lucía Bastos y Carmen Bengoechea.
Está claro que como periodista y más del corazón, su intención es tratar de conseguir la información a toda costa, ya que están esperando a que a la cantante se le escape una mínima palabra para convertirlo en un titular. Pero como muy bien dice este artículo, ¿hasta qué punto es lícito?
Los medios de comunicación no deberían causar daño o perjuicios a una persona por puro cotilleo o sensacionalismo. Y más cuando ella es la primera que siempre les ha respetado y ha tratado de dar la información que consideraba adecuada. Sin embargo en el momento que estás invadiendo excesivamente la intimidad de alguien, cuando te están pidiendo expresamente, que no graben su casa ya que están apareciendo hombres a altas horas de la madrugada. Me parece un tema lo suficientemente importante como para tratarlo.
Como periodistas creemos que no todo vale con el fin de dar una información sin consistencia. Entiendo que quieras dar una exclusiva y que estés siendo presionado para ello, pero también creemos que antes de publicar cualquier noticia tenemos que establecer unos valores éticos y diferenciar entre el bien y el mal.
El trabajo de los periodistas del corazón es este. Sin embargo, no deberían llegar a tal punto de molestar y hacer sentir incómodo a nadie. Es algo que está muy normalizado con la frase de «es que es famoso, tiene que aguantarlo», pero no debería ser así.
El derecho a la intimidad, debería prevalecer siempre. La constante intrusión en la privacidad de figuras públicas no solo puede afectar su bienestar emocional, sino que también plantea interrogantes éticos sobre los límites del periodismo. Es comprensible que las personas famosas, como Aitana, expresen su frustración ante la invasión constante de su privacidad por parte de los periodistas. Aunque la notoriedad viene acompañada de una mayor atención pública, esto no debería justificar prácticas periodísticas que traspasan los límites de la decencia y el respeto.
El periodismo ético debe equilibrar el derecho a la información con la responsabilidad de proteger la dignidad y la privacidad de los individuos. Al abogar por un enfoque más humano y ético en la cobertura mediática, se contribuye no solo a la defensa de los derechos individuales, sino también al fortalecimiento de la integridad de la profesión periodística.
Alejandro Alonso, Rodrigo Carravilla y Nicolás Delibes
Aitana es un caso de personaje público que se sabe manejar muy bien con la prensa. De hecho, varios medios de comunicación han alabado su educación y empatía por su trabajo. Pero esto no quita que sea una persona como cualquier otra y en un momento donde se encontraba débil tras una ruptura amorosa lo último que le apeteciese es que le hicieran fotos dentro de su propia casa. Otro tema es el vía pública, algo a lo que se expone por el hecho de ser famosa (más aún hoy día, si no le hace la foto un paparazzi se la hace cualquier persona por la calle para subirlo a redes sociales).
Si bien es cierto que lo correcto sería que la prensa no la acosara en su propio domicilio, o, directamente, cuando ya han preguntado muchas veces y siempre han recibido la misma respuesta deberían dejar de preguntar, la audiencia también tiene que hacer auto-crítica, porque el hecho de que la prensa actúe de esa manera es también un reflejo del contenido que consumen los lectores o espectadores.
Fdo: Marina Cabrero Duque, Marta Gamazo Rodríguez, Daniel Majerna y Daniel Mangas Diez