En los últimos años, muchos divulgadores han visto YouTube como el medio idóneo para transmitir sus conocimientos sobre cultura y ciencia, incluso han surgido comunidades como “Cultube” que reúnen a este tipo de creadores y promocionan esta nueva vía de periodismo científico en esta red social. Aunque el término “youtuber” ha tenido connotaciones negativas en las últimas décadas, pues se ha visto reducido a los creadores del sector de videojuegos, a la misma vez han ido surgiendo canales destinados a la labor educativa, destacando la capacidad de YouTube para suplir las carencias de la educación tradicional. A consecuencia de este estigma, los divulgadores se enfrentan a prejuicios y críticas sobre la seriedad de su trabajo.
En la investigación llevada a cabo por el Campus María Zambrano (UVA) y publicada en la revista Index, se estudia el evento “Cultube”. Sus orígenes tienen lugar en 2018, cuando José Luis Crespo, físico y creador del canal «QuantumFracture» organizó este encuentro con el propósito de reunir a divulgadores de diferentes campos académicos, fomentar la comunidad entre ellos y compartir ideas. Tuvo lugar en la Casa Encendida y fue respaldado por el Instituto de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid y la Asociación Española de Comunicación Científica. Logró reunir a 10 creadores de contenido que ofrecieron conferencias sobre neurociencia, política, arte, estudios feministas, entre otros. También se incluyeron rondas abiertas al público de preguntas y respuestas. De todos los que asistieron, el canal con más seguidores roza los 3 millones y es el de Jaime Altozano, que comparte contenido sobre música. Tras el éxito de este primer evento, se realizaron dos más, en 2019 y en 2021, viéndose interrumpido por la pandemia.
En la investigación se sacaron varias conclusiones. Anna Morales, nano científica, anotó que trasladar la actividad divulgadora a los nuevos medios o plataformas de moda no es suficiente, se debe cambiar la forma de los mismos “Hay gente que piensa que divulgar es colgar un paper en Facebook. Está mal por dos razones. Ni yo me entero de un paper a la primera. Y segundo, ya nadie usa Facebook”. Por otra parte, Jaime Altozano equiparó YouTube con la imprenta del siglo XXI porque considera que ha supuesto una revolución, además comparó a los creadores de contenido como “traductores” porque transmiten conocimientos que ya están en Internet aportando un lenguaje más fácil de comprender por el público.
También se definieron las características que se deben tener al introducirse en este mundo: vocación comunicadora y pasión. “Vivimos gracias a una plataforma en la que puedes hacer lo que quieras siempre que lo hagas con entusiasmo, con amor y con dedicación” – Álvaro Pascual, divulgador de Historia.
En lo que se refiere a ética y deontología periodística, esta es especialmente importante en plataformas como YouTube. Los creadores de contenido mantienen una independencia editorial que trae ventajas pero que también puede suponer un riesgo, pues existe mucho menos control en la información que se difunde. Los periodistas deben considerar el impacto de su trabajo en la sociedad, ofrecer veracidad y precisión además de transparencia sobre sus fuentes, todo ello contribuirá a afianzar la confianza del público.
En YouTube podemos ver una competencia a los medios tradicionales o, por el contrario, un aliado del periodismo. Es una nueva forma de consumir noticias y muchos grandes medios la han añadido a su variedad de recursos. Son muy comunes las entrevistas y programas de opinión, lo que amplía la pluralidad y da voz a más personas. También facilita el periodismo ciudadano al permitir subir videos de eventos y noticias a cualquier usuario, un tema controversial dentro de la profesión.
YouTube ofrece recursos que otras plataformas no, es más visual e inspira a otros usuarios a informarse y crear sus propios videos, ofrece una libertad creativa. Además, se destaca la preferencia de la audiencia joven por las plataformas digitales frente a los medios tradicionales
Por último, lo más destacado de esta plataforma es su alcance global y la interactividad con el público. Los comentarios, likes y reacciones a tiempo real le otorgan a la audiencia un poder que no posee con los medios tradicionales, el de expresar su opinión y compartir ideas con otros usuarios.
Enlace al artículo académico: https://indexcomunicacion.es/index.php/indexcomunicacion/article/view/979/1337
Realizado por: Natalia Aparicio, Silvia Andrés, Anna Fuentes y Cristian Cadei.
Foto: revista INDEX
Miguel Casariego, Alba Calle, Andrés Barreira.
YouTube se ha convertido en un espacio vital para la divulgación académica, cultural y científica en el mundo moderno. Su capacidad para difundir información de manera accesible, visual y entretenida ha revolucionado la forma en que accedemos al conocimiento. La importancia de esta plataforma radica en su capacidad para democratizar el aprendizaje y acercar campos especializados a un público más amplio.
La divulgación académica en YouTube trasciende las barreras tradicionales del aula y los libros. Expertos, académicos y profesionales comparten sus conocimientos de una manera que cautiva y atrae a audiencias diversas. Esto no solo ayuda a derribar la brecha entre la academia y el público en general, sino que también fomenta la curiosidad y el interés por disciplinas que podrían parecer inaccesibles o complejas.
El contenido cultural en YouTube permite explorar y entender diferentes perspectivas, tradiciones y expresiones artísticas. Desde vídeos sobre historia hasta análisis de obras literarias, esta plataforma ofrece una ventana al mundo que enriquece nuestra comprensión de la diversidad cultural. Asimismo, permite que comunidades que antes podrían haber sido marginadas encuentren su voz y compartan sus experiencias, promoviendo la tolerancia y el entendimiento intercultural.
En cuanto a la divulgación científica, YouTube se ha convertido en un medio invaluable. Los científicos y divulgadores utilizan este espacio para desmitificar conceptos complejos, mostrar experimentos y descubrimientos, y abordar temas actuales. Esto no solo educa al público en general, sino que también despierta vocaciones científicas al mostrar lo fascinante y relevante que puede ser el mundo de la ciencia.
Sin embargo, es fundamental reconocer la responsabilidad que conlleva esta plataforma. La veracidad y calidad del contenido deben ser prioritarias para garantizar que la información compartida sea precisa y fiable. Los creadores de contenido deben ser conscientes de su influencia y trabajar para proporcionar datos respaldados por la evidencia, así como para evitar la propagación de desinformación.