El Programa de Ana Rosa emite un reportaje sobre la actividad de un grupo de personas que ocuparon ilegalmente varios contenedores de transporte marítimo reciclados en la Plaza de Glorias de Barcelona, para utilizarlos como viviendas, y su impacto en la comunidad circundante. L´Oficina per la No Discriminació del Ayuntamiento de Barcelona acusa a al programa de que este contenido, emitido a través de la cadena de Tele 5, ha podido vulnerar el Código Deontológico de FAPE.
Resolución 2022/192 Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología
del Periodismo.
La denuncia se centra en un reportaje de unos cinco minutos que aborda la incomodidad de los residentes cercanos a un terreno municipal en la Plaza de Glorias de Barcelona, donde un grupo de
individuos ha ocupado ilegalmente contenedores de transporte marítimo reciclados por el Ayuntamiento para servir como viviendas temporales. Según la queja, la cadena televisiva no ha tratado adecuadamente la información relacionada con la conducta de los ocupantes, y se considera perjudicial para las personas que aparecen en ella.
En particular, la denunciante señala varios comentarios realizados por el autor del informe y la directora del programa que podrían vulnerar la privacidad de las personas que han sido grabadas. Por ejemplo, el periodista afirma que «los vecinos están hartos de que los ocupas se apoderen de los barrios» o que las imágenes «muestran el calvario que viven los vecinos».
Se destacan también como inapropiados los comentarios de algunas vecinas sobre el comportamiento de los ocupantes, como «Es asqueroso, hay ratas», a lo que el periodista agrega «defecaciones, robos de cables y luz pinchada». Otra persona entrevistada menciona que «se vive con malos olores, mosquitos y tienes miedo de que entren a robar». Además, en otro momento, un testimonio señala: «Delante del balcón veo cómo hacen sus necesidades” y a esto, se le incluye una imagen estática de una persona, no identificable, en posición agachada o en cuclillas.
La denunciante considera que se han vulnerado los siguientes preceptos del Código Deontológicos de la FAPE:
Principios Generales
(epígrafe 4.) “Sin perjuicio de proteger el derecho de los ciudadanos a estar informados, el periodista respetará el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen”.
(epígrafe 7). “El periodista extremará su celo profesional en el respeto de los derechos de los más débiles y los discriminados. Por ello, debe mantener una especial sensibilidad en los casos de informaciones u opiniones de contenido eventualmente discriminatorio o susceptibles de incitar a la violencia o a prácticas humanas degradantes”.
Para demostrar sus alegaciones el denunciante proporciona el link a través del cual se puede ver el reportaje, que en el momento de la denuncia, aún sigue circulando por internet a través de la propia
página de Tele 5.
Por parte del programa de “Ana Rosa”, se sostiene que en el reportaje no se ha infringido la privacidad ni se ha proporcionado una cobertura informativa perjudicial para la integridad de ningún ciudadano. Esto se debe, entre otras razones, a que todas las imágenes de personas, inherentes a la labor periodística de investigación, fueron pixeladas con el fin de hacerlas irreconocibles. Aquellas que corresponden a los espacios ocupados no revelan el interior de estos, sino la zona exterior, de propiedad pública y
fácilmente identificable.
También se apela al concepto de interés público basado en la difícil y complicada situación en la que se encuentra la parcela municipal destinada supuestamente al alquiler social, afectando centralmente a una pluralidad de residentes e incluyendo a los ocupantes de los tres contenedores proporcionados por el Ayuntamiento. El interés público de los ciudadanos aconsejaba conocer esta situación en lugar de silenciarla.
Tras ambas alegaciones, la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo considera que el reportaje difundido por Tele 5 en el programa “Ana Rosa” de 26 de mayo de 2021, no ha incumplido el Código Deontológico de FAPE.
Destaca, que es importante subrayar que el equipo de grabación y el reportero nunca ingresan al interior de estos contenedores y no perturban la actividad privada de los ocupantes. El reportaje se limita a observar lo que los vecinos presencian diariamente. Por lo tanto, no constituye una intromisión indebida en la vida privada de las personas, ya que no se mencionan individuos específicos y no se identifica a ningún miembro del grupo por nombre, rostro u otras características, excepto por su pertenencia al colectivo de ocupantes.
También se sostiene que el reportaje no incluye testimonios denigrantes ni perjudiciales para la condición personal de los individuos. En lugar de eso, si refleja aflicción, esta sería de las personas que sufren el comportamiento incívico denunciado por el medio de comunicación.
¿Qué opináis vosotros? ¿Apoyáis la decisión de la FAPE o por el contrario, estáis a favor del denunciante?
Realizado por: Natalia Aparicio, Silvia Andrés, Anna Fuentes y Cristian Cadei.
Foto: Cadena Dial
Sí estoy de acuerdo con la resolución de la FAPE, pues, como bien afirma, los reporteros grabaron algo que cualquiera que hubiera podido presenciar si se decidía a pasear por la zona: personas que ocuparon contenedores marítimos como residencia temporal. Si bien es cierto que tomaron imágenes de estos ocupas sin su permiso, se cuidaron de pixelar sus rostros para hacerlos irreconocibles o de dar datos personales con los que se los pudiera vincular. A demás, en ningún momento se adentraron en estos contenedores, sus hogares entonces, para filmar nada, por lo que su derecho a la intimida no fue vulnerado. Todo ello, dentro del importante contexto de que es un asunto de relevancia pública, una denuncia social de aquellos vecinos que conviven a disgusto con ellos debido, quejándose reiteradamente de sus condiciones insalubres u otras cosas que tienen que presenciar. El documental por tanto, me parece una forma muy importante de que se los escuche y tener imágenes de ello no hace otra cosa que contribuir a dar fuerza al mensaje.