El mundo de los deportes está lleno de exdeportistas que actúan como periodistas. Un claro ejemplo es la Eurocopa de 2021, donde los comentaristas y narradores fueron: Manu Carreño, Fernando Morientes, Camacho y Kiko Narváez. Todos ex-futbolistas menos Carreño. En este caso, donde alguien que ha formado parte de este mundo, ejerce como comunicador. ¿Deberíamos considerarlo intrusismo laboral o no?
Laura Cenlamor, Sergio Centeno y Nayara Domínguez:
En las competiciones deportivas es interesante contar con profesionales que participaron en este ámbito para así, contar de primera mano su experiencia y emociones. Estas personas pueden aportar una mirada crítica y emocional para entender la visión de algunos futbolistas. Así como opiniones de hechos que ocurran durante el partido. Sin embargo, los análisis y narraciones deberían estar impartidas por los periodistas ya que son los profesionales de la comunicación. Estos pueden apotar una mirada imparcial acerca de distintas cuestiones y tienen un mayor conocimiento.
Sí sería intrusismo laboral, lo que ha ocurrido hace unas semanas en un partido del Atlético de Madrid. Un personaje de la farándula acudió al Estadio Cívitas Metropolitano para comentar en directo, junto a otros periodistas, el partido que se estaba viviendo. La presencia de personajes de este tipo acudan a comentar partidos de fútbol, elimina la credibilidad y la mirada crítica que un profesional puede ofrecer.
Durante las retransmisiones deportivas es común ver a periodistas acompañados por antiguos deportistas. En mi opinión esta práctica está bien pensada, pues no está de más conocer la opinión de alguien que ha vivido en sus propias carnes lo que se siente dentro de un terreno de juego o de un recinto deportivo.
Sin embargo, esto deja de tener sentido cuando la presencia de estos deportistas es más importante que la de los propios periodistas, quienes verdaderamente tienen que informar de lo que ocurre. Esto nos lleva a preguntarnos lo siguiente: ¿de qué sirve estudiar una carrera y especializarte si alguien, solo por su nombre, va a ejercer tu trabajo?
GUILLERMO GARCÍA, ALBERTO DOMINGO, RAÚL ÁLVAREZ
No es ninguna mentira decir que esta tendencia sigue aumentando con el paso de los años. Cuando ocurrió la renovación de plantilla de Movistar Plus, las nuevas incorporaciones era principalmente ex-futbolistas. Ahora en cada partido esta el comentarista y el futbolista. Mirándolo desde el punto de visto de un periodista se puede creer que hay intrusismo laboral porque cada vez más puestos son ocupados por personas no periodistas. Ahora bien, desde el punto de vista del espectador quizás le es mas interesante conocer la opinión del propio futbolista que ha estado en esos campos que un periodista que por mucho que se haya informado, no ha estado al más alto nivel. Si el trabajo esta bien hecho no lo consideramos intrusismo laboral.
Consideramos intrusismo laboral la participación de personas que no sean periodistas o que no tengan conexión con los terrenos de juego.
Alba Calle, Andrés Barreira, Miguel Casariego
Es un tema bastante interesante y de un gran interés para nosotros, los futuros periodistas. Esta misma pregunta se la hicimos a Alberto Pérez, narrador de multitud de partidos de fútbol en televisión y de varias competiciones deportivas más. Su respuesta fue clara, para él no es intrusismo laboral, es más manifestó que es muy interesante que haya ex futbolistas en las transmisiones ya que ayuda a entender conceptos o acciones de lo futbolistas que los periodistas no saben con exactitud lo que significan al no haber estado ahí dentro del campo. Un ejemplo que puso es que el no sabía por qué los futbolistas se cortaban tanto las medias y gracias a que estaba al lado suyo Morientes consiguió enterarse. Por tanto, ¿tiene que haber deportistas en ma transmisiones? Para nosotros sí, siempre y cuando haya un control y realmente estén capacitados para estar en televisión o en el medio de comunicación que sea.
La presencia de antiguos atletas como comentaristas y locutores en el campo del periodismo deportivo ha sido una práctica común, como se evidenció en la Eurocopa de 2021. Sin embargo, esta dinámica plantea la interrogante ética sobre si debemos considerarla como intrusión laboral cuando alguien que ha participado activamente en el mundo del deporte asume el rol de comunicador.
En primer lugar, es fundamental reconocer que la experiencia directa como deportista otorga a estos comentaristas una perspectiva única y un profundo conocimiento del juego. Esto puede enriquecer la narración y ofrecer valiosas perspectivas que quizás un periodista sin experiencia deportiva no podría proporcionar. Sin embargo, la cuestión ética surge cuando se diluyen las líneas entre el análisis subjetivo y la imparcialidad periodística. En España se suelen bromear con que los comentaristas casi siempre son del Madrid.
La intrusión laboral, en este contexto, podría ser evaluada en función de la formación y habilidades específicas requeridas para el ejercicio del periodismo. Si bien la experiencia como deportista aporta conocimientos sustanciales, la capacidad para informar, analizar y comunicar de manera imparcial y ética sigue siendo esencial. La inclusión de periodistas deportivos profesionales puede ser crucial para garantizar una cobertura equilibrada y objetiva.
Por otro lado, la audiencia también desempeña un papel fundamental en esta ecuación. Si los espectadores valoran la perspectiva única de los antiguos atletas y encuentran su análisis enriquecedor, entonces la línea entre periodismo y experiencia deportiva puede volverse más difusa sin necesariamente considerarse una intrusión.
En conclusión, la consideración de intrusión laboral en el periodismo deportivo dependerá de la capacidad del exdeportista para equilibrar su experiencia con las responsabilidades éticas inherentes al periodismo. La transparencia sobre su rol y la colaboración con periodistas profesionales pueden ser vías para asegurar una cobertura enriquecedora y ética en el ámbito deportivo.
FDO: Rafael Barrios, Pedro Dureux y Alejandro García