El centro de estudios The Brookings Institution reveló que, en Estados Unidos, el 70 % de los pódcast más populares comparten al menos una afirmación que ha sido desacreditada por verificadores de hechos, entre los que están las elecciones de 2020 y la pandemia de coronavirus. ¿Consideras que los podcast deberían ser tratados como nuevos medios de comunicación y por ende, contar con profesionales del periodismo?
Los podcasts son formatos que han notado un importante auge durante los últimos años. Este formato de audio, que en ocasiones va acompañado de vídeo, los episodios son grabados y transmitidos posteriormente en formato online a través de plataformas de podcasting como Ivoox o Spotify, entre otras. Conseguir nombrar las diferencias entre un podcast y un programa radiofónico, es una tarea cada vez más difícil. Por lo tanto, ¿por qué el podcasting no debería considerarse un medio de comunicación cuando tiene las principales características que define a los mismos?
Cada podcast es un mundo, unos hablan de política, otros hablan de temas de actualidad, sin olvidarnos de aquellos que se centran en el deporte y el entretenimiento. Todos estos ámbitos en los que se enfocan los podcasts son los mismos que conforman las diferentes temáticas periodísticas. Esto es debido a que los podcasts tienen una gran influencia de los medios de comunicación, puesto que están basados en los mismos, especialmente en la radio. Además, cabe destacar que muchas ocasiones los propios periodistas son los encargados de crear estos nuevos podcasts, así como los medios de comunicación tradicionales como es el caso de La Ser. Esta radio de gran relevancia en nuestro país ha puesto en marcha programas de podcast como El Cine en la Ser y Las Noticias de la Ser, dichos formatos están pensados exclusivamente para las plataformas de podcasting, sin tener en cuenta los contenidos que se emiten en la radio.
Por su parte, Spotify está siendo pionero en la puesta en marcha de un nuevo formato en su aplicación mediante la cual se alternan las canciones favoritas del usuario con las noticias producidas por el podcast “A.M”, las cuales tienen una duración de cinco minutos y repasan la actualidad diaria.
Por ende, podemos concluir que los podcasts son usados en una gran parte de las ocasiones por los propios periodistas profesionales para crear nuevas formas de contenido, tanto informativo, como enfocado en el entretenimiento. La diversificación de contenidos es algo plausible en el periodismo de 2023, la llegada de las nuevas tecnologías y plataformas de streaming han alternado por completo la forma tradicional de hacer periodismo. Los medios de comunicación se han tenido que amoldar a estos nuevos formatos. Por otro lado, aquellos ciudadanos que crean podcast sin ser periodistas podrían considerarse como periodistas ciudadanos, una definición que se ha extendido durante los últimos años debido al auge de las redes sociales. Cada persona que tenga un dispositivo electrónico en sus manos puede hacer la labor de periodista ciudadano.
Fdo: Daniel Mangas Diez, Marina Cabrero Duque, Marta Gamazo Rodríguez y Daniel Majerna.
No creo que deba regularse. Atenta contra la libertad de expresión. Casi considero más revisable la figura de los fact checkers.
La noticia de que siete de cada diez podcasts más escuchados en los Estados Unidos difunden información ya desmentida abre el debate sobre si es necesaria la regulación de este novedoso canal de comunicación. El dilema radica en determinar si los podcasts deben ser tratados como un medio de comunicación de la nueva era y, por tanto, si se requiere la intervención de periodistas acreditados para asegurar la transmisión de noticias precisas y éticas.
Como cualquier otro medio, los podcasts han demostrado ser capaces de moldear la opinión pública. Frente a esta realidad, es imprescindible atender la responsabilidad que conlleva el compartir información. La consideración de los podcasts como nuevos medios insinúa la necesidad de que cumplan con normativas éticas parecidas a las del periodismo tradicional.
Contar con la participación de periodistas en este ámbito podría enriquecer el contenido, promoviendo la observancia de la ética, la corroboración de datos y la entrega de contenidos equitativos. No obstante, es vital que la regulación mantenga la pluralidad de perspectivas y opiniones que hacen atrayentes a los podcasts para su público.
El desafío yace en hallar el justo medio entre el derecho a la libre expresión y la obligación de proveer información confiable. Las regulaciones podrían enfocarse en impulsar la claridad respecto al tipo de contenido que presentan los podcasts y en alentar a adoptar medidas periodísticas éticas. Igualmente, la educación y sensibilización podrían convertirse en estrategias eficaces para elevar la calidad de la información proporcionada en estos formatos.
En conclusión, la implementación de regulaciones que incentiven la participación de expertos en periodismo dentro de los podcasts puede beneficiar la calidad del contenido divulgado. No obstante, es crucial que toda regulación proteja la variedad y la expresión libre, evitando prohibiciones superfluas. La ética informativa en el mundo digital es prioritaria, y la búsqueda del balance correcto será clave para preservar la veracidad de este medio de comunicación que sigue en constante transformación.
FDO: Rafael Barrios, Pedro Dureux y Alejandro García