El periódico El País publica un reportaje cuya finalidad es la defensa de los caseros ante los impagos de algunos inquilinos
A nadie le es extraño el problema de la vivienda. Con manifestaciones multitudinarias como la sucedida en Madrid el 13 de octubre. El acceso a una residencia digna se ha convertido en uno de los focos de conflicto en la sociedad española. Con alquileres desorbitados que están provocando que comience a circular la idea de una huelga de inquilinos.
Bajo este contexto, El País -una de las principales cabeceras periodísticas en España- publica un reportaje en defensa de los caseros que deciden no poner en alquiler sus viviendas. A lo largo del texto se exponen casos particulares bajo los cuales la periodista ejemplifica los riesgos que tiene poner una vivienda en alquiler.
Desde el primer minuto se hace patente como el reportaje tiene una intención opinativa. Comenzando el texto con una declaración tal que así: “Si alguien me pregunta, como saben que he sido afectada, siempre aconsejo que vendan la casa o que la quemen, cualquier cosa antes de alquilarla”.
A continuación, menciona un término -supuestamente- popular como es inquiocupación. Un neologismo que habla de casos en los que los inquilinos -a los que nunca se hace mención más allá de demonizarles- dejan de pagar el alquiler del piso en el que residen.
A medida que avanza el texto se van desgranando datos extraídos de un estudio de Fotocasa. De partida, que el estudio al que se hace referencia en diversas ocasiones a lo largo del texto pertenezca a una empresa privada con unos intereses en el mercado inmobiliario resulta en unos datos imparciales.
Estos datos se utilizan de forma sesgada, de forma que contribuyan al relato que establece en torno a la justificación de la salida de mercado de viviendas en alquiler. Esto se ve especialmente presente en momentos en que utilizan datos de entidades -a priori- imparciales como el Observatorio del Alquiler. Del que extraen porcentajes tales como el de viviendas que salen del circuito del alquiler porque van a ser utilizadas por el propietario o familiares y las viviendas que se van a vender. Esto bajo el contexto de la ley que regula los alquileres en Cataluña. De forma que con estos datos se trata de crear la imagen de viviendas que salen del circuito ante la ley.
Por si no han sido bastante claros con la utilización de los datos. Comienza el párrafo siguiente con “El caso es que se recorta el número de propietarios dispuestos a alquilar”.
A lo largo de los siguientes párrafos se continúa recogiendo testimonios en los que los caseros cuentan escandalizados situaciones en las que sus inquilinos no han afrontado pagos del alquiler. Estos testimonios se recogen en diferentes puntos del país, haciendo presente que el problema de la inquiocupación es algo común a lo largo del territorio español.
En ningún momento a lo largo del reportaje se recoge ningún testimonio por parte de los inquilinos. Se deja en el aire la idea del porqué de los impagos. Creando la idea de que esta serie de impagos se da por la picardía de los inquilinos que deciden voluntariamente no afrontar esos pagos. De forma que se pueda demonizar a aquellos inquilinos que se encuentran en situaciones de imago por motivos económicos por los cuales no puedan afrontar esos pagos.
Se refuerza a tal nivel la idea de inquilinos que no quieren pagados con declaraciones tales como: “Su inquilino solo pagó el primer mes. Fue declarado no vulnerable.”
Todos estos puntos refuerzan la idea de este como un reportaje sesgado. En lugar de facilitar a los lectores una información de calidad, la intención del reportaje es la de criminalizar a los inquilinos de pisos en alquiler. Mientras que crean en torno a los caseros una figura como víctimas.
Algo que es especialmente sangrante ante la situación actual. En la cual los alquileres están en un momento de precios desorbitados. Una situación límite en la que muchos inquilinos no pueden afrontar el pago de los alquileres.
Este reportaje solo es comprensible bajo el pretexto de realizar un rendimiento económico del medio. Solo podemos comprender su publicación bajo el pretexto de ganar el favor de las inmobiliarias, de forma que estas introduzcan un mayor número de publicidad en el medio.
Dicho todo esto, consideramos que una pieza en la cual se trata de persuadir a la audiencia de los males que afrontan los caseros para alquilar tendría más cabida en una sección de opinión. En lugar de un reportaje en la sección de economía, debería haberse publicado como una tribuna en la sección de opinión. De forma que los lectores no tengan que ver como se camufla como información una pieza con finalidad opinativa.
Facilitamos el enlace a la pieza original para que puedan desarrollar su opinión respecto a esta: https://elpais.com/economia/negocios/2024-09-14/caseros-que-huyen-del-alquiler-venden-o-cierran-sus-viviendas-por-miedo-a-impagos.html
FDO: Fabiana Aguilar, Ana Gil y Luis González.